Desde este miércoles 1 de abril el Ministerio de Educación e Innovación de la Ciudad comenzará a entregar bolsones con diferentes alimentos en lugar de las polémicas viandas de desayuno y almuerzos que venía dando desde que se suspendieron las clases el 16 de marzo pasado a raíz de la pandemia de coronavirus.
Se trata de una “canasta escolar nutritiva”, que será de entrega quincenal y en todas las escuelas públicas porteñas. Estará compuesta por leche, té, mate cocido, azúcar, galletitas, frutas y verduras, aceite, diferentes latas de conservas, atún, arroz, y flanes o gelatinas, entre otros productos.
Según datos del ministerio que dirige Soledad Acuña se maneja un volumen de 220 mil desayunos, 120 mil almuerzos y 85 mil refrigerios en las escuelas públicas de la ciudad.
Cargarán todas las semanas la tarjeta Alimentar, pero con el mismo monto mensual
Hasta la semana pasada, se entregaba una vianda compuesta por un sandwich de jamón y queso, una barrita de cereal y agua. Además, se entregaba en unas 500 escuelas de las 1.100 que funcionan en el ámbito porteño. Esta situación obligó al desplazamiento y aglomeración de muchas personas hacia las escuelas donde se entregaba la vianda. “No se podía salir por la cuarentena y resultaba que en las escuelas se amontonaban los padres con los chicos buscando la comida. La vianda no solo era insuficiente para los chicos, la calidad dejaba bastante que desear”, aseguró una madre que caminaba más de diez cuadras para retirar las viandas para sus hijos. Otras de las críticas que se le hizo a este sistema fue que se repartía la misma alimentación a chicos de jardín como a los de secundaria. “Los nenes en jardín tienen que tener otro tipo de alimentación. No se le puede dar fiambre y pan. Tienen que comer nutritivos”, afirmó Myriam Bregman, legisladora porteña del FIT, que presentó la semana pasada un recurso de amparo por incumplimiento de la Ley de Alimentación de la ciudad. “Denunciamos que con motivo de la emergencia sanitaria, el Gobierno porteño había cambiado las viandas calientes por sandwiches. Además, se planifique el menú según necesidades nutricionales de cada franja etaria”, explicó la legisladora porteña.
“Se trataba de un refrigerio similar al que se da en las escuelas secundarias. Fue un paliativo en medio de la cuarentena para no dejar sin viandas a los alumnos a raíz de la suspensión de clases. Fue una solución de emergencia por quince días”, señalaron fuentes de esa cartera ministerial a PERFIL. “Con esta iniciativa los padres ahora no tendrán que alejarse de sus hogares para ir a buscar los bolsones. Consultados por la calidad de los alimentos que componen los bolsones, la misma fuente señaló que “fue diseñada por los equipos de nutricionistas que trabajan con nosotros”.
“La iniciativa de la canasta es buena pero igual Pero persisten los mismos problemas que denunciamos en el amparo. Tiene alto contenido de carbohidratos (fideos y arroz), algo de hierro (lentejas) y la única fuente de proteína es una lata de atún”, concluyó Bregman.